Por doctor Julio De los Santos
Les saludo desde el más profundo sentimiento afectivo de mi Corazón, deseándoles un próspero año nuevo. ¡Felices fiestas!
El pasado 20 de diciembre del año corriente se celebró, lo que considero, un vehemente triunfo para la comunidad dominicana, al colocar, “en el mismo trayecto trayecto del sol” LA CASA CULTURAL Y DEPORTIVA DOMINICANA DE LOWELL1 una idea concebida inicialmente en los escollos de la idea y luego traída a la realidad de la mano de un puñado de dominicanos ebullidos de la necesidad natural de sentirse amenas en su propia cultura, y que es la cultura, sino lo que nos identifica como seres vivos de este planeta.
La cultura tiene la capacidad de unir a los iguales y de atraer a los diferentes encantándolos maravillosamente. La cultura se arraiga en lo más profundo de nuestros corazones, nos convierte en agentes difusores formando un mundo multicolórico del que nace la más tenue diversidad y todas esas culturas se vuelven una sola ante los incrédulos ojos de los que la miran con desdeño. La cultura es, a la postre, nuestro pasaporte, nuestra identidad, nuestro único y pequeño equipaje en donde cabe lo que realmente importa: La patria.
A decir de Serrat: “Mi patria y mi guitarra las llevo conmigo donde quiera que vaya” queriéndonos decir que esa naturaleza innata que la cultura representa es ya parte de nuestro ser sin importar en qué lugar del mundo nos encontremos.
Siendo nosotros embajadores eméritos de la República Dominicana, nos ha tocado a nosotros difundir entre nuestros iguales y las futuras generaciones así como nuestros descendientes esta tan maravillosa cultura dominicana a través de esa alta et grata casa cultural.
Si Dios tuviera una patria esta habría de ser dominicana, pues nos ha colocado junto a otras islas que comparten el archipiélago la mas privilegiada zona del mundo y por si esto fuera poco él mismo firmó con su nombre nuestro escudo como cediéndonos por herencia la patria y la libertad además de dejar como testimonio su santa palabra seguida de la cruz en la que su hijo cargó con nuestros pecados.
Nos toca a nosotros, dominicanos, seguir la razón por la cual esta casa fue fundada en paz y armonía de la mano de todos nuestros amigos de otras culturas.
Comunidad del estados de Massachusetts ubicada en el condado Essex, EE.UU
Dr. Julio C. De Los Santos, muy buena reseña, tus aportes hacen que ser dominicano sea un honra, personas como usted enarbolan lo nuestro con ánimo entrañable.